Publicación: Dilemas de la paz territorial en los tiempos del posacuerdo. Experiencias territoriales en la región del Eje Cafetero
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Descripción general
Mucho se ha escrito desde el año 2012 alrededor de la noción de paz territorial. Tratando de hacer este prólogo hice mi propio rastreo, sin mayores filtros, en un buscador básico y de habitual uso en el mundillo académico como Google Scholar -entre artículos de investigación y de revisión en distintos idiomas y que contuvieran las palabras Paz Territorial en Colombia entre 2017 y 2021- y lo que me encontré fue la cifra nada despreciable de dieciocho mil registros. Más allá de que todos los registros contenidos allí no hablen con mucha especificidad del tema, ese guarismo es ya un indicativo de algo ¿Por qué resulta tan llamativo y especial este término? ¿Qué tiene de particular este concepto que, con cierta naturaleza y sin mayores cuestionamientos, se ha deslizado por la pluma especializada y el discurso cotidiano?
Mi impresión, luego de haber lidiado con el término en mi oficio como profesor e investigador en los últimos cuatro años, en particular en un proyecto de reciente factura que colideramos junto a varios/as colegas e investigadores/as locales, y en el que la protagonista era otra palabra grandilocuente como la de diálogos improbables, es que la paz territorial Prólogo 9 Jefferson Jaramillo Marín es uno de esos conceptos -mantra- o una de aquellas “palabras mágicas” que “nombra una realidad sin habitarla plenamente”. Reinterpretando a la socióloga y activista boliviana Silvia Rivera Cusicanqui (2018), estas palabras tienen la particularidad de convertirse en “expresiones solemnes” con las cuales se pretende cambiar el mundo o un estado de cosas, sin cambiar nada de fondo. Y esto es así, porque términos como estos no logran sumergirnos en las “prácticas vivas”, como dice Rivera Cusicanqui, a las que esas palabras dicen nombrar o de donde ellas son encarnadas y en las que pueden terminar siendo fértiles o cuestionadas, potentes o inservibles.